dilluns, 3 de juny del 2013

Montjuïc - Parque grande (III)

No existe en Zaragoza nada con tanta presencia como la que tiene Montjuïc en Barcelona. El entorno es plano, los montes están lejos y tienen pendientes suaves. Montjuïc tiene una fortaleza militar, en Zaragoza el castillo está en una pequeña elevación a orillas del Ebro, junto a las antiguas murallas de la ciudad medieval. Es el palacio de la Aljafería, que es uno de los mayores tesoros arquitectónicos que se pueden encontrar en la ciudad, sería difícil comparar una cosa y otra.
Entrada al palacio de la Aljafería
File:Aljafería2.JPG     

Compararemos Montjuïc con el llamado parque grande de Zaragoza, tratando de obviar las diferencias de escala. El de Zaragoza es un parque de 40 hectáreas que se situó sobre el monte más cercano al perímetro de la ciudad (el de entonces), y se inauguró en 1929, mismo año que la expo en Montjuïc, fecha para la cual ambas montañas se domesticaron parcialmente. Montjuïc se domesticó mucho más para las olimpiadas mientras que en el parque grande aún se conservan casi intactos los pinares, aunque del mismo modo entre la vegetación han acabado apareciendo equipamientos deportivos y el parque de atracciones. El estadio Olímpico se encuentra dentro de Montjuïc, mientras que la Romareda se encuentra situada a los pies del parque.

Ambos lugares sirvieron como cantera en el medievo para sus respectivas ciudades, aunque la influencia concreta de esas canteras en Zaragoza no es tan acusada como en Barcelona. Ambos lugares comparten también varios conceptos en lo que a arquitectura y urbanismo se refiere, la forma de entrar a través de un paseo central, el coronamiento de ese paseo con el elemento principal, los respectivos jardines botánicos, las fuentes luminosas, la variedad y riqueza de rincones y jardines, el enfrentamiento de una escalera que sube directa con un viario sinuoso que sirvió para hacer carreras, en Barcelona de F1, en Zaragoza deSidecar. Los paralelismos son evidentes.

(Parque Grande de Jose Antonio Labordeta, al fondo la estatua de Alfonso I 'el batallador')

Incluso el pabellón alemán de Mies y la fundación Miró tienen su contrapartida en el parque grande: El rincón de Goya, un museo dedicado (inicialmente) a la exposición de pinturas de Goya, que tiene el honor de ser el primer edificio racionalista de España, construido por Fernando García Mercadal en 1928.

(El Rincón de Goya)