dilluns, 3 de juny del 2013

Gràcia - Torrero (IV)

Cuando Barcelona era una ciudad amurallada y no se podía expandir, la clase acomodada formada por burgueses adinerados buscaban la forma de vivir lejos del bullicio de la ciudad, pero cerca de la ciudad. Se nos dijo en la excursión que en realidad Gracia era inicialmente una población de “fin de semana” más que una población con residentes habituales.
En Zaragoza hay varios barrios con una historia similar. Pero el barrio de Torrero es el que más similar sería a Gracia en su concepto básico, aunque tiene su propia historia...

A finales del s.XVIII se inauguró el Canal Imperial de Aragón, una obra inmensa que buscaba comunicar la costa Atlántica y la Mediterránea con barcos. No se llegó a acabar, pero sí que tuvo dos funciones importantes, mejoró el sistema de regadíos desde Navarra hasta Zaragoza y al mismo tiempo constituyó una vía rápida de transporte para el comercio entre estos dos lugares. Se construyó una pequeña población portuaria en el canal a su paso por Zaragoza y se llamó Torrero. En la segunda mitad del s.XIX el ferrocarril llegó a Zaragoza, y con él la industrialización, el canal perdió una de sus funciones de un día para otro, y al mismo tiempo la ciudad necesitaba crecer rápidamente para dar acogida a toda la inmigración rural.

No tardó mucho en aparecer una idea innovadora, una especie de ciudad de recreo, cerca de la ciudad principal y muy bien comunicada. Torrero se perfilaba como el lugar ideal para vivir alejado de los malos humos que generaban las modernas fábricas de la ciudad, un lugar limpio, al lado de un canal navegable que ya no tenía uso industrial, mucha gente invirtió para vivir en el barrio de moda, rodeado de árboles (antes allí había un bosque de pinos enorme) y al lado de un canal con gondoleros como los de Venecia... Al final no era tan bonito como Venecia, no había gondoleros, y comprarse una barca para ir arriba y abajo por un único canal resultó no tener tanto encanto, pero estaba bastante bien para ser un barrio-dormitorio con casas de entre 1 y 3 plantas, y una anchura de las calles que permitía plantar árboles, como en Gracia. El problema fue que no tenía un modelo de crecimiento adecuado. En Gracia se construía cada promoción alrededor de una plaza donde se centralizaba la actividad. En Torrero no solo no había plazas, sino que la única actividad que se contemplaba era la de hacer pic-nic al lado del canal e ir hasta Zaragoza para todo lo demás. Las viviendas que daban al canal cumplían con lo esperado, pero el resto del barrio eran casas y más casas en una estructura urbana que no se supo imponer-adaptar a la preexistencia de un camino.

Durante el franquismo el barrio creció mucho en altura, pero si había alguna planificación aparte de la especulación sigue sin dejarse notar, la fachada más común es la medianera. En Gracia también parece percibirse esto mismo, a menudo hay un edificio de 6 plantas junto a otro de 2. Se aumentó la densidad, y en las dos calles principales apareció el comercio, mientras que en el resto del barrio, el uso principal de la planta baja sigue siendo el de vivienda. Entonces es cuando empezó a notarse más la falta de equipamientos y de espacio público. No es lo mismo estar a 400m de un parque de escala urbana, que estar a 100m de una pequeña plaza llena de actividad.

En este enlace se puede visitar el barrio de torrero y ver el contraste entre las casas más antiguas y las más nuevas. En primer plano se ven dos de las iniciales que se conservan.

Otra de las cosas que han pasado, es que por fin ha llegado la ciudad hasta Torrero, siendo esto lo que hace más evidente el paralelismo entre Gracia y Torrero, lugares con una identidad propia, cierto carácter y autonomía, que se encuentran de repente físicamente inmersos dentro de la ciudad de la que huían. En Gracia fue una cuestión de límites, y se ha peatonalizado casi todo. En Torrero los límites son claros (el parque lineal del canal), ya se habla de peatonalizar, pero la problemática es otra. Tras la guerra civil, lo primero que se construyó en Torrero fue la cárcel, hoy en día ya no está, y hay un intenso debate sobre qué hacer con el gran solar que queda. El objetivo es suplir las funciones que cumplen las plazas de Gracia con una gran plaza cargada de equipamientos.

Historias de dos barrios que empezando igual, siguieron caminos distintos para volver a converger.

(Cada año la agrupación Torrero sigue celebrando una carrera por el canal en fiestas)