Como Montjuïc en Barcelona, también Lisboa tiene
una extensa área verde y elevada, Monsanto. Situado en la Sierra de Monsanto
ocupa alrededor del 10% de la superficie total de la ciudad de Lisboa, llegando
a casi 1000ha. Por lo tanto, se puede decir que el Parque Forestal de Monsanto
es el principal pulmón de la ciudad. Es el mayor espacio de recreo
de los ‘lisboetas’ con varios parques de pícnic, parques recreativos, campings
y también como en Montjuïc podemos encontrar aquí el Estadio Nacional y otros
centros deportivos.
Estos espacios ofrecen a los habitantes de la
capital la oportunidad de participar en actividades al aire libre, obras de
teatro, exposiciones, conciertos, ferias y algunas de las más bellas y
privilegiadas vistas sobre la ciudad de Lisboa, el estuario del Tajo y el
Océano Atlántico.
El Parque Forestal de Monsanto es
relativamente reciente, en el siglo XIX la Sierra de Monsanto se encontraba solamente
cubierta por campos y pastos para el ganado, una zona muy seca y completamente
diferente a lo que vemos hoy en día. Incluso
podemos verlo por los muchos molinos de viento que están ahí. También tenía
varias canteras en funcionamiento como Montjuïc, de la que se extrajo la
materia prima para la creciente demanda urbanística de Lisboa de la época.
Fue en la segunda mitad del siglo XIX que surgió la idea de plantar
árboles en este área de la sierra, queríamos seguir el ejemplo del Bosque de Bologne en París. Pero el proyecto se
inició en 1938, con el arquitecto Keil do Amaral, que estudió varios ejemplos
de parques europeos, para así llevar
a cabo este deseo. Fue el Boschplan,
en Amsterdam, aún en ejecución cuando Keil do Amaral fue a visitarlo, lo que le
llamó más la atención. El arquitecto decidió crear la imagen del bosque salvaje interrumpido
sólo por algunas vías esenciales, aprovechando las vistas y ambientes que la
Sierra de Monsanto ofrecía.