A diferencia del controvertido Montjuïc, la sierra de Bèrnia siempre ha sido una gran aliada para todos los pueblos que la circundan, ya que desde su cima, en un día claro se puede llegar a ver la isla de Ibiza y esto la convertía en una perfecta torre de vigilancia.
En 1562, Felipe IV ordenó construir el Fort de Bèrnia, cuya finalidad era prevenir las revueltas de los moriscos i defenderse de los frecuentes ataques de los piratas berberiscos. Desde este punto las visuales son espectaculares y a día de hoy es uno de los grandes atractivos de la sierra de Bèrnia.
La victoria de Lepanto contra el imperio otomano y la posterior expulsión de los moriscos, dejaron sin valor el Fort que fue abandonado y demolido en el año1612 para evitar que lo utilizaran los bandoleros.
Lamentablemente hoy no podemos visitar el Fort, pero si disfrutar de sus vistas, la sierra de Bèrnia se ha convertido en un gran equipamiento que contiene muchísimos espacios de ocio que albergan distintas actividades. Cuando empieza a hacer buen tiempo sus senderos se llenan tanto de turistas como de gente del pueblo que va a disfrutar de la naturaleza.