TRASTEVERE
El Raval
en Barcelona nació en la Edad Media como un barrio delimitado por la
muralla del siglo XIII (la actual Rambla) y la muralla del siglo XIV (que
seguía el Paralelo y las rondas de Sant Pere y Sant Pau). A causa de la
hecatombe demográfica provocada por la peste negra de mediados del siglo XIV,
el Raval medieval no llegó a poblarse (a excepción del triángulo comprendido
entre la Rambla, la calle del Carme y la del calle Hospital). Así, durante
mucho tiempo fue un barrio de huertos y conventos. Por fin, durante el siglo
XIX, gracias a las transformaciones ligadas a la industrialización, el Raval se
urbanizó y se convirtió en un populoso barrio obrero y muchos trabajadores y curiosos
llegaron en la ciudad desde afuera, y se quedaron viviendo en este barrio,
tambien porque esta muy cerca del puerto. Por esto, esta area fue muy famosa
por la movida nocturna y los cabarets, asi como por la prostitucion y los
crimenes. Hoy el Raval ha sido modernizado pero la poblacion sigue siendo
compuesta por diferentes comunidades de imigrantes. Y esto es mas o menos lo
mismo que paso por el barrio de Trastevere en Roma.
Trastevere es el nombre del distrito XIII de Roma. Su nombre proviene del latín trans tiberim (más allá del Tevere), que ya era el antiguo nombre de la región de Augusto porque la ciudad se originó y desarrollo
principalmente en la orilla opuesta del río. Está situado en la orilla oeste (izquierda) del río Tevere y al sur de la Ciudad del Vaticano.
La historia de Trastevere es una clave esencial para la comprensión de la evolución de los personajes y de la ciudad de Roma en los siglos XIX y XX. En el momento de los orígenes de la ciudad de Roma, la zona de Trastevere era una tierra hostil, que pertenecía a los Etruscos. Roma la ocupó con el fin de supervisar el río desde ambos los lados. En cualquier caso, Roma no tenía
ningún interés estratégico para extenderse urbanísticamente en ese lado. De hecho Trastevere fue conectado con el resto de la ciudad sólo por un débil puente de madera, el Sublicio. En la época
republicana, las zonas cercanas al río fueron pobladas por aquellos trabajadores cuyas actividades estaban relacionadas con el río, como los marineros y pescadores, y hubo una gran afluencia de inmigrantes orientales, principalmente judios y sirios. Por esta razón algunos templos de cultos orientales se construyeron en la zona y entre ellos, en
dirección del Gianicolo, esta el mas conocido que es el santuario siríaco. La consideración de la zona como parte de la ciudad comienza con el emperador Augusto, que divide el territorio de Roma en 14 regiones, en las
cuales Trastevere es el decimocuarto. Sin embargo, esta
región estaba todavía fuera de la ciudad propiamente dicha, por lo menos hasta que el emperador Aureliano hizo grandes muros para incluir Trastevere y la colina del Vaticano en la ciudad. Gracias al bienestar de la época imperial, muchas personalidades decidieron de construir sus propias casas en Trastevere. Otra evidencia del Trastevere romano son principalmente
el Excubitorium y algunas domus abajo de las iglesias de Santa Cecilia y San Grisogono.
En la Edad Media Trastevere había calles estrechas, sinuosas y irregulares, además, debido a los mignani, vientres protuberantes en las fachadas de las casas, no había espacio suficiente para el paso de los carros. A finales del siglo XV estos mignani se retiraron, pero a pesar de esto, Trastevere seguía siendo un laberinto de calles estrechas. Hubo un fuerte contraste entre las casas de los ricos y poderosos señores y las chozas de los más pobres. Las calles no tenían ningún tipo de pavimento hasta el final del siglo XV gracias a la intervención del Papa Sixto IV, quien hizo pavimentar algunos caminos antes de ladrillos en forma de espina de pescado, y despues
con los sampietrini, más adecuados a las ruedas de los carros. Gracias a su aislamiento parcial (porque estava más allá del Tevere) y el entorno multicultural desde los tiempos de la antigua Roma, los habitantes de Trastevere, llamados trasteverini, formaron casi una población en sí misma: gente común con nota tenacidad, orgullo y autenticidad. Además, las mujeres eran consideradas muy hermosa, con ojos y pelo muy oscuro y características guapas.
Después de 1870, se construyeron las paredes masivas para bloquear las inundaciónes del Tevere: esto ciertamente favorecio mayor seguridad a costa, pero, de la destrucción de los lugares más característicos que se encontraban en la area.
Después de 1870, se construyeron las paredes masivas para bloquear las inundaciónes del Tevere: esto ciertamente favorecio mayor seguridad a costa, pero, de la destrucción de los lugares más característicos que se encontraban en la area.
Hoy
Trastevere mantiene todavía sus carácteres gracias a las sinuosas calles
cubiertas de sampietrini y a las
casas medievales. Por
la noche está llena de gente, tanto italianos como extranjeros, y es uno de los
barrios más animados, característicos y autosuficientes de la ciudad. Ya
en el pasado (como ya he dicho, desde la epoca del emperador Augusto),
Trastevere ha acogido a gente de todas partes: los comerciantes judíos (que más
tarde se traslaron a la orilla opuesta del río, en el barrio judío), gente que
viene de todas partes de la península y extranjeros de los territorios más allá
de las Alpes eran todos bienvenidos; por lo tanto, abierto a las influencias
externas, pero al mismo también profundamente romano. A
través de los siglos, el encanto de Trastevere no lo cambió (más allá de los
evidentes cambios en el tejido urbano y también los cambios sociales, que han
llevado a sustituir progresivamente a talleres para una gran variedad de
restaurantes para los turistas, cervecerías ,
tiendas de comida étnica, librerías, salones de té o internet cafes). Hoy,
junto a los romanos que viven en el distrito desde varias generaciones (ahora
muy pocos, en realidad) y los nuevos ricos que habitan en los grandes y
costosos apartamentos reformados, hay tambien un monton de extranjeros (pintores,
expatriados ricos y muchos americanos), atraídos por el encanto de estas calles
tan llenas de historia y carácter y tesoros (la Iglesia de Santa Maria in
Trastevere, Santa Cecilia o la de Santa Maria della Scala, San Pietro al Montorio
y el Templo de Bramante, la Isla Tiberina, Gianicolo, que ofrece una vista
perfecta de Roma, o el impresionante Orto Botanico).
Por la
noche, a continuación, el barrio cambia su cara, dejando espacio para el
entretenimiento nocturno. Los
habitantes del barrio, pero, son un poco meno acogedores que antes, para ser
honesto, porque estan siempre molestados por la ruidosa multitud, a veces un
poco borracha, que llena las mesas al aire libre o pasea por las calles. Pero,
a pesar de esto, el encanto de Trastevere se mantuvo sin cambios en el tiempo:
sea de día o de noche, vagar en su laberinto de calles sigue siendo una experiencia
unica.