dimarts, 21 de maig del 2013

A dos metros bajo tierra: Barcelona y el Vallès


A lo largo de la historia el territorio del Vallès Occidental intento acercarse a  la capital catalana. Este vínculo tenía una clara importancia socioeconómica, sin embargo, esta comunicación contaba con un pequeño gran obstáculo: la sierra del Collserola.




Las antiguas vías de comunicación entre el Vallès y la ciudad condal rodeaban la montaña, pero a mediados del siglo XIX encontramos el primer antecedente de la conexión subterránea: el tren de Mina Grott. Con un recorrido subterráneo de casi un kilometro y medio, esta vía unía el pantano de Vallvidrera con la carretera de las Aigues.  La construcción se realizó en 1855 para llevar agua del pantano hasta el antiguo municipio de Sarrià.



Al poco tiempo la vía cayó en desuso y el ingeniero Carles F. Montañés lo reinauguro en 1908 con una sección ampliada y 80 bombillas de colores. Ahora los barceloneses podían ir a la sierra de Collserola en trencito eléctrico para pasar un lindo rato de ocio. 

Pero, los grandes titanes (el parque de atracciones del Tibidabo y el tren de Sarrià) no se alegraron de esta iniciativa. Las presiones obligaron a que la instalación dejara de funcionar a principios de 1909.

El Ferrocarril de Sarrià fue inaugurado en 1863 y circulaba por tracción a vapor para unir el entonces municipio independiente de Sarrià y Barcelona. Con el tiempo la línea se electrifica y en 1929 se inaugura el primer tramo enterrado entre Muntaner y plaza Catalunya. Fue también por principios de siglo cuando se comienza a actuar para ampliar la línea hacia el Vallès; el 28 de noviembre se inauguraba la primer línea de Sarrià en las Planes de Vallvidrera. Fue con esta apertura que dejó de circular el tren de Mina Grott. Para otoño de 1917 el ferrocarril ya llegaba a Sant Cugat.

Los ferrocarriles de Catalunya tienen gran importancia en el desarrollo de las urbanizaciones del Vallès. En torno a la línea se situaran zonas residenciales.

Aún así todavía era necesario para potenciar la comunicación entre el Vallès y la ciudad de Barcelona un eje viario. Nace la idea de construir un conducto que en vez de rodear la montaña la atraviese. De esta manera las distancias se acortarían, Sarrià estaría ahora a sólo diez minutos en coche de Sant Cugat.


Los túneles de Vallvidrera se inauguran en 1991, un conjunto de cinco túneles que atraviesan la sierra de Collserola y unen la ciudad de Barcelona con la comarca del Vallés Occidental. 

Un 42% del eje viario es subterrado. A atravesar los  2.517 metros del túnel más largo de todos uno abandona el Vallès y se encuentra en Sarria, pero lamento informarles que para cruzarlo hay que pagar un estupendo peaje,  pero no os preocupéis que el resto de cuatro túneles son de tránsito libre…