dimarts, 21 de maig del 2013


Hacia otras maneras de vivir

El ritmo de la vida moderna está modificando la forma de vivir en nuestros edificios. Desde la revolución industrial del proletariado, se ha promovido la vida en colectividad, adoptándola actualmente como prácticamente la única forma de vivir en una ciudad. Grandes complejos y edificios plurifamiliares invaden nuestras ciudades.

Si a este fenómeno ya instaurado cómodamente en nuestra sociedad, le sumamos la evolución tecnológica en la vida cotidiana, podemos afirmar que cada vez, la sociedad se está volviendo más solitaria y autónoma. Un individuo puede vivir al lado de otro y no saber absolutamente nada de su vecino.
El hecho de ir adoptando esta forma de vida sin oposición alguna, nos hace pensar en si es esta la manera, o el rumbo que queremos tener en un futuro. Quizá este individualismo nos lleve en un futuro a una falta de “humanidad” en nuestro entorno más cercano. A algunos puede parecerle bien, pero hay otros a los que no nos gusta el destino que parece inevitable.

El edificio Walden 7 se proyectó como un nuevo modo de convivir. Se proponía una “ciudad vertical”, donde cada integrante de esta comunidad tuviese relación con sus vecinos. El proyecto original se previó con la mitad de la superfície por planta destinada a usos comunitarios, circulaciones y jardines.
Han pasado más de 30 años desde su nacimiento, y tras una visita al edificio podemos ver que no ha perdido ese “ambiente” de comunidad. Cada vivienda participa del espacio formando parte de un todo, donde el simple hecho de salir a comprar el pan, genera se quiera o no, una interrelación entre los vecinos.




Esta “forma de vivir” en comunidad, ya la investigaron otros proyectos como Talliesin West de Frank Lloyd Wright, o la Unité d’Habitation de Le Corbusier. Estos proyectos ya daban mucha importancia a la vida en colectivo, más enfocada a la producción artística y arquitectónica en Talliesin, o más destinada a la vida cotidiana como en la Unité.








Con los tiempos que corren, quizá haya en tener en cuenta estos proyectos, priorizando una vida social más colectiva y menos individualista como la que llevamos actualmente.