dimarts, 21 de maig del 2013


Reinventando la indústria

BAU, escuela de diseño
Cuando a alguien se le habla de una fábrica, una nave industrial o alguna otra construcción derivada de la industria, normalmente se piensa en edificios grises, con una función determinada y que quedan obsoletos si se cesa ese determinado uso.
Casos como las distintas rehabilitaciones de fábricas antiguas que han pasado a ser edificios públicos, escuelas privadas, o incluso viviendas nos brindan una oportunidad clave a los arquitectos para retomar la importancia capital en el desarrollo y evolución de las ciudades.

Palo Alto
Tras las visitas del 22@, nos fascinamos con Palo Alto, la escuela de diseño BAU, etc. otro impacto fue visitar el estudio Bofill, donde una antigua fábrica de cemento se ha convertido en estudio y vivienda. Actualmente la figura del arquitecto parece deambular dando tumbos sin ningún rumbo fijo, almenos en nuestro país. Pero a mi parecer, ejemplos como los vistos en clase deben encender en nosotros la chispa oportuna para redefinir nuestra labor.



Can Fabra
Un buen ejemplo de otra rehabilitación que no hemos visitado es Can Fabra. Esta antigua fábrica textil de 1839, se convirtió en una de las industrias más importantes en ámbito nacional. Tras  una vida muy prospera y activa, y tras varias fusiones con empresas inglesas, la fábrica deja de estar en funcionamiento en 1970. Más tarde el Ayuntamiento compró los terrenos de la fábrica, y puso en marcha un plan para crear un centro de creación y cultura. En Marzo del 2000 tuvo inicio la remodelación de la fábrica, y para Junio de 2003 se finalizó la obra.

La fábrica tiene una importancia urbana notable, dado que se ubica entre dos espacios de gran envergadura y claves en el barrio de Sant Andreu. A un lado de la fábrica encontramos una gran plaza dura con una  fuente monumental, y por el otro lado un vacío que funciona como parque urbano. El edificio se encarga de separar estos espacios.
Por fuera, la reforma prácticamente regenera la fachada sin producir grandes cambios, y solo incorpora unos volúmenes nuevos que serán los núcleos de escalera que necesita el programa de biblioteca que acogerá la fábrica.




Es en el interior donde el cambio es más notorio. Generando un gran espacio de vestíbulo a doble altura con una escalera con voluntad de objeto predominante en el espacio. La nueva distribución interior, con una compartimentación en su mayoría de vidrio y con una altura por planta generosa, permite una claridad y  luminosidad muy bien tratada y conseguida. La última planta se basa en un gran espacio vacío donde la cubierta ( remodelada pero cuidando la apariencia inicial de la fábrica ) se ha dotado de lucernarios que introducen luz en la biblioteca.


Una visita obligada para todos aquellos que quieran tener más ejemplos de rehabilitación de naves industriales como las expuestas en clase.