dilluns, 3 de juny del 2013

Seven Walden


Que grata sorpresa cuando uno entra en la maravillosa pequeña ciudad de Bofill! Estaremos de acuerdo con que el proyecto arrastra problemas que en algunos casos son importantes y en otros hasta graves, aun así… Uau!





Con la previa e impresionante visita a su taller/vivienda uno podría pensar que su apetito  ha quedado saciado, pero nada más lejos de la realidad. Solo por el atrevimiento e intensidad que se respira en el Walden es este un trabajo  digno de admiración. Y qué diferencia con lo que ahora se entiende por comunidades de vivienda! No tenemos pocas de esas en Sant Cugat (demasiadas en realidad) y que vergüenza recorría mis pensamientos mientras paseábamos las calles del edificio. 


Me parece que no hace falta decir mucho más. Cualquier persona que se adentre en la entrañas del Walden 7, arquitecta o no, debería entender lo que es hacer un proyecto con personalidad, intención  e intensidad - guste o no, y aun no estando completo el proyecto - . La comparación con la inmensa mayoria de las comunidades de vivienda actuales me parece, por desgracia, inviable dada la enorme distancia que existe, y verdaderamente es una pena…