dimarts, 4 de juny del 2013


PARQUES Y JARDINES

Las áreas verdes son imprescindibles para oxigenar las ciudades, ya no solo a nivel de oxigenación sino para aportar la capacidad de desconexión de la ciudad en esta misma, aportando espacios de relación y relajación.

Ambas ciudades constan de un parque verde bastante extenso, combinando parques historicos, temáticos, forestales, o simplemente urbanos. Para nombrar algunos:


En Barcelona encontramos el laberint d’horta, els jardins del palau de pedralbes, els jardins de can sentmenat, el parc guell i la ciutadella como parques históricos; los jardines botánicos como temáticos, y nuevos parques urbanos como los de l’espanya industrial, diagonal mar, joan brossa, poble nou. Por lo que respecta a los parques forestales, encontramos la integración de Collserola y Montjuïc a la ciudad, pero también grandes turons en medio de la ciudad como el del guinardó, el Carmel-la rovira, o el Putxet.

Por lo que a Madrid respecta, encontramos el retiro, la casa de campo o el jardin botánico como parques históricos de la ciudad, y otros parques posteriores como Madrid Rio, el parque del oeste, el parque del capricho, el parque del norte, el de juan carlos I, o el de Enrique Tierno Galván. En el caso de Madrid, como representantes forestales consideramos el parque lineal del manzanares, la casa de campo y el monte del prado.

En cuanto a la situación respecto a la ciudad, en Barcelona podemos observar como los grandes parques forestales se encuentran a los límites de la ciudad (de hecho, como hablamos anteriormente, los definen). Prácticamente no encontramos parques en la zona central del eixample, sino que se sitúan a los extremos y coincidiendo con un eje central, tangentes a la gran vía; y el resto se situan ya sea en el límite con el mar y la ronda litoral o coincidiendo con la ronda del mig (la zona que comentamos más abrupta de la ciudad y por tanto con más dificultad de edificación por la topografia).

En Madrid se produce una situación parecida a Barcelona pero adaptada a su orografía. Los grandes parques como el monte del pardo y la casa de campo se sitúan al oeste de la ciudad tangentes a la m-30, limitándola. Minetras que al otro lado de la m-30, también al oeste, se sitúan otros pequeños parques mencionados. Podriamos trazar una equivalencia entre este lateral de la ciudad y el norte de Barcelona, puesto que los parques cuelgan de la vía principal. 
También se sitúan parques históricos en el centro de la ciudad (como el retiro o el prado), y algunas pequeñas áreas verdes distribuidas por la zona norte de la ciudad. El lado este de la m-30 aparece un conjunto de pequeños parques lineales. Entre  la m-30 y la m-40 surgen algunos parques.

Las dos ciudades tienen en común la densidad de zona verde pero también la distribución de estas. Barcelona se aprovecha de su topografía para generar verdaderos parques forestales, pero ambas coinciden en el aprovechamiento de los grandes ejes viales para reservar zonas verdes de recreo modernas.

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