dimecres, 12 de juny del 2013

LA MOLA_montjuïc



 


La relación entre la montaña y la ciudad. Estanislau Roca nos trasladó que la imagen que los barceloneses han tenido de Montjuic ha variado a lo largo del tiempo. El símbolo histórico y monumento más antiguo (finales del siglo XVII) es el Castell de Montjuic. A partir de 1714, se instala en él el poder militar bajo el gobierno central de Madrid, y en 1842 y 1843 Barcelona es bombardeada con los cañones del castillo. Durante el siglo XIX es utilizado como lugar de tortura y prisión de víctimas de represión social y de la lucha obrera. Todos estos hechos generan la idea de la montaña como representante del sometimiento de la ciudad a la capital, y en ese tiempo no era vista como un lugar agradable para la ciudadanía. Un vínculo entre arquitectura y poder tan presente en la historia: Hitler y Albert Speer, Tony Blair y la Cúpula del Milenio, Saddam Hussein y sus palacios, Mitterand, Stalin, Rockefeller, etc. (La arquitectura del poder, Deyan Sudjic).




Mahón tiene en frente su propio Montjuic: la fortaleza de la Mola. En la orilla contraria a la ciudad, en la entrada del puerto se encuentra la península de la Mola donde en 1849 Isabel II construyó la fortaleza para defender el puerto, constituir la base de operaciones de todo el Ejército de la isla y servir de reducto de seguridad, en último término, a dicho Ejército. Un paisaje de imponentes muros de piedra caliza define el perfil de la entrada al puerto, configurando todo el conjunto de la fortaleza. Un lugar hoy accesible para visitar las instalaciones y un pequeño museo, pero que permaneció siglos aislado para los menorquines.