EL PUERTO DE BLANES
Desde sus orígenes prehistóricos debidos a la elevación del terreno, estratégica en conceptos de vigiláncia y defensa, Blanes ha sido un pueblo dedicado principalmente al mar.
Después de la guerra de Sucesión (1714) la economia experimenta un periodo de crecimiento y se establece una gran activitat en el comercio marítimo. En este siglo se produce un salto demográfico muy importante, ya que se pasa de 1.993 habitantes a primeros de siglo a 3.783 al final.
La importante actividad marítima favorecerá la creación de una escuela náutica para pilotos de altura, que coincidirá con la epoca de oro de los astilleros, las más importantes de la costa norte catalana hasta finales de siglo.
El principio de siglo XX viene marcado por la construcción del muelle (1916), ya que hasta la fecha, no se disponía de un puerto propiamente dicho. Las embarcaciones se dejaban en la playa, generando un paisaje de pueblo pescador, cosa que quizá se perdió con la aparición de este nuevo puerto.
Un paso importante a tener en cuenta en la "evolución" de la actividad marítima de Blanes, la supone la construcción del nuevo puerto. Desde su creación, el puerto ha asumido más de 320 amarres entre barcos pesqueros y deportivos, la lonja y todas las actividades complementarias del puerto pesquero,... Pero en 2010, se aprobó el plan para la construcción del nuevo puerto. Una obra que finalizó en 2012, y que se encuentra actualmente a pleno rendimiento.
La ampliación costó alrededor de 23 millones de euros, y dos años de duro trabajo. Esta ampliación ha supuesto una modernización de las instalaciones pesqueras, y ha supuesto ponerse a la altura de los puertos pesqueros más punteros en pueblos de la costa mediterránea.
Una ampliación y mejoras más que justificadas, sobretodo si tenemos en cuenta que Blanes es uno de los pueblos más azotados por temporales marítimos, uno de los últimos destruyendo una gran parte de la flota del puerto.
El proyecto se basa en añadir un nuevo dique que resguarde mejor las embarcaciones y proporcione más espacio para un puerto que cada año experimenta un crecimiento de número de embarcaciones. Respetando la mayoría del trazado antiguo, el nuevo "brazo" se añade aportando además un nuevo espacio para diversas actividades culturales, no solo relacionadas con la pesca.
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