Podríamos considerar el casco antiguo de La Ràpita el
centro de la población, no por su apariencia de ciudad histórica romana o
medieval, que es a lo que estamos acostumbrados cuando hablamos de casco
antiguo, si no por algunos edificios neoclásicos del siglo XVIII que todavía se
conservan. Hace más de mil años que los musulmanes construyeron una fortaleza
medieval, una Rábida, desde donde poder controlar el comercio y el tránsito de
barcos río arriba, por su proximidad a la desembocadura del Ebro, en una zona
de mar llana con escaso oleaje. Durante siglos se fue consolidando como un
puerto bastante importante hasta que en el siglo XVIII durante el reinado de Carlos
III se decidió construir un Canal de Navegación para favorecer el comercio con
Tortosa y dada la necesidad de fortificar el puerto también decidieron la
construcción de una nueva población. La idea era que fuese una gran ciudad con
uno de los grandes puertos del Mediterráneo. El proyecto fracasó, pero aún así,
hoy en día la Ràpita tiene uno de los puertos pesqueros más dinámicos de
Cataluña y se puede seguir esa historia en el trazado urbano.
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Imagen antigua de la Plaça Carles III con las Alamedas. |
La Plaça Carles III es el núcleo de la población dónde se encuentran el ayuntamiento y la iglesia. Dentro
de esa plaza hay otra, la Plaça del Cóc, llamada así porque tiene forma de Cóc (un dulce típico de allí). En esa plaza se realizan los actos de las fiestas mayores, exhibiciones sardanas, conciertos de música clásica, algunos mercadillos... En la Plaça Carles III se encuentran partes de la
ciudad neoclásica como Casa Laureano, Los
Porches y una fuente de esa época.
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Vista en planta de la Plaça Carles III y la Plaça del Cóc. |
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Casa Laureano y los Porches. |
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Plaça del Cóc. |