Hemos visto
que la relación entre Montjuic y Barcelona siempre ha sido muy
complicada. Barcelona ha basado su desarrollo sobre los recursos en
piedra de Montjuich, así como se tranformaba la propia montaña
mientras se formaba la ciudad. («Barcelona es la hija de Montjuic»).
Antes
Montjuich era un lugar un poco desconectado de la ciudad y muy poco
aprovechado («tan cerca lo tenemos, tan poco lo conocemos»). El
lugar ha cambiado mucho tras la celebración de los Juegos Olímpicos
de 1992 que hicieron que Montjuich cobrase importancia como gran
parque urbano con equipamientos. El recorrido fue pensado de manera
que era posible subir con el autobús y bajar a pie. A día de hoy,
Montuich es considerada como una montaña urbana.
Grenoble es
una ciudad situada en la valle del Grésivaudan y tiene una relación
con la montaña muy importante que se puede entender en la
implantación original de la ciudad (durante la época gallo romana).
La presencia visual de la montaña ha inspirado numerosos artistas
como Stendhal (La chartreuse de Parme, Le rouge et le noir,…).
Stendhal decía de Grenoble «Au bout de chaque rue, une montagne»
(al final de cada calle, una montaña). Esta frase traduce bien las
perspectivas increíbles de Grenoble y la sensación tan especial de
tener la naturaleza en el interior de la ciudad. Aunque Grenoble está
situada en una valle, podemos observar la influencia de estas
montañas en la arquitectura, en la cultura y en una conciencia
ecológica muy fuerte de los Grenoblois.
La Bastille
es un lugar que tiene una relación con la ciudad muy parecida a la
relación que tiene Montjuich con Barcelona. Como Montjuich, la
Bastille ha tenido un papel muy importante en el desarrollo de la
ciudad. Primero, fue un lugar militar importante para defender la
ciudad. Un castillo fue erigido en el siglo XVI
(habiendo sufrido algunas transformaciones a lo largo de tiempo hasta
alcanzar su estado actual) para protegerse de los
asaltos que podían venir de la montaña. Después del siglo XX, la
montaña se fue adaptando para acoger diferentes funciones (una
universidad, una residencia universitaria, un museo...) hasta volver
a ser un parque muy agradable y atractivo. El castillo alberga un
restaurante gastronómico con una vista panorámica, un museo sobre
los cazadores, una galería de arte contemporáneo y un mirador sobre
la ciudad. Numerosos caminos permiten acceder a la Bastille, pasando
por el museo del Dauphiné, por un recorrido deportivo, o por una
cueva artificial del siglo XIX. Se mejoró la accesibilidad con la
puesta en obra del teleférico que permite una relación directa con
el centro de la ciudad y que, como en Barcelona, es ahora un símbolo
fuerte de la ciudad de Grenoble.
Como
Montjuic, la Bastille es el lugar ideal para mirar la ciudad desde un
punto de vista más aéreo. Es también una montaña muy urbana
porque se sitúa como límite de la ciudad y permite a mucha gente
hacer actividades sin tener que desplazarse lejos de ésta. Es un
lugar que se debe visitar si se viaja a Grenoble por la arquitectura
que se integra a la montaña y por la vista de la ciudad que se tiene
desde ahí!