dilluns, 27 de maig del 2013

Rehabilitación dEl Canódromo de Meridiana


El Canódromo de Meridiana

La primera vez que oí de la existencia de este edificio, fue en la última edición del OHB. Me inscribí como voluntaria y me tocó hacer de guía en este edificio. Al final, José María de Lecea que realizó su rehabilitación en 2010 vino e hizo las explicaciones guiadas, cosa que fue mucho más enriquecedor tanto para las voluntarias como los visitantes.  Se conocía el edificio al milímetro y se notaba.

Imagen 1
Imagen 2




Imagen 3
Imagen 4
Imagen 5


No sé, lo que se explicó en la visita de clase porque no pude ir, pero me hacía gracia escribir sobre este edificio. El principal objetivo de Montenys y Lecea, según nos explicó, era permanecer fiel al edificio pero ganando espacio de alguna forma y cambiando el uso, un centro de arte.

En 2007 el canódromo cierra por problemas financieros, ya que se había convertido en un merendero de jubilados y en 2009, con el plan Zapatero se subvenciona su rehabilitación, que constará de tres fases, dos de ellas realizadas y otra que por la situación financiera de España tendrá que esperar no se sabe cuántos años. Mientras tanto el edificio permanece vacío y es utilizado para celebrar fiestas de cumpleaños de los niños del barrio y el perfecto sitio para hacer botellón de la zona. Los dos días que fuimos tuvimos que limpiar botellas y latas de cerveza que estaban distribuidas por todo edificio. Daba mucha pena, que un edificio recién reformado tuviese que sufrir ese trato.


Gracias al trabajo realizado por Lecea y Montenys, el canódromo vuelve a tener toda la manzana, las pistas se han convertido en un parque infantil, pero el edificio totalmente relacionado con ese espacio vuelve a tener sentido. Los extremos del edificio, que se habían cerrado con madera se vuelven a abrir como en el proyecto original(Imagen 5). Se construye el parámetro de detrás que no existía antes, ya que estaba siempre abierto con el panel de las apuestas. Pero es necesario poder “cerrar” el edificio. Las barandillas (Imagen 4) de la gradería se suben porque no cumplían las normativas, pero afortunadamente la sobria escalera de caracol se mantiene (Imagen 2), al ser no escalable, ni traspasable. También se reconstruye la pared de detrás, con un paño de vídrio como zócalo para que no lleguen al suelo (Imagen 1). El suelo de la sala donde los perros esperaban su turno para correr al tener altura canina, se rebaja dejando al descubierto las zapatas (Imagen 3)

Espero que pronto se lleve a cabo la 3ra fase y que encuentren un nuevo uso al edificio y que se pueda empezar a utilizar el edificio.