dijous, 30 de maig del 2013

Gràcia

La división de Badalona en Barrios es un hecho históricamente reciente y de hecho va ligado al fenómeno de la inmigración que se ha producido a lo largo del pasado siglo XX y de hecho va parejo al proceso de industrialización.
A primeros del siglo XX, la ciudad de Badalona, ya empezaba a destacar por su industria, aunque la actividad principal de sus habitantes se centraba en la agricultura y la pesca. Este hecho convirtió nuestro municipio en un centro receptor de españoles que procedían de todas las provincias del estado español.







El crecimiento urbano, que hasta entonces se había desarrollado paralelo al Mar, se ve desbordado en esta época y los que llegaban a nuestra ciudad empezaron a establecerse en las faldas de las montañas que rodeaban la ciudad. De esta manera, se inician una serie de suburbios, en base al barraquismo y el crecimiento de algunos barrios, como el del Centre, el Gorg, El Progrés, El Raval i Casagemes. Muchas de las tierras que hasta entonces habían sido destinadas a cultivo, se parcelan y se venden para construir viviendas, creando pequeños núcleos de casas, dispersos sin comunicación entre ellas i casi siempre, sin dotación de servicios. Es así como nacen los barrios de Artigas, el Remei, Bufalà, Coll i Pujol, Morera, Sant Antoni y Sant Mori de Llefià, Puigfred, La Salud, Sant Crist de Can Cabayes y Sistrells.


Este crecimiento se produce también de manera incontrolada, sin la más mínima planificación, cuestión que provoca gravísimos problemas urbanísticos y de infraestructuras, además de las dificultades para la integración de los recién llegados y una desvertebración de la ciudad que condicionó en gran manera su futuro.
Las consecuencias de esta avalancha inmigratoria, en los años sesenta y setenta, desemboca en la creación de una serie de barrios periféricos y una desmedida fiebre constructora, de nuevas viviendas, para alojarlos y eliminar las zonas de barracas.
Se dice que la ciudad es de quienes la hacen, pues en el caso de Badalona, es de todos aquellos que a mediados del pasado siglo la construyeron.
En el año 1976, entra en vigor un nuevo plan metropolitano urbanístico, que significó poner un poco de orden al caos que había imperado en Badalona, multiplicando las obras de infraestructuras básicas como el alcantarillado, alumbrado público y pavimentación.