Es
cierto que su trama, su compacidad, su densidad o incluso que carácter no es el
mismo. Pero, sí algo tienen en común el barrio de San Chinarro y el 22@, a sido
el espíritu innovador a la hora de probar nuevos sistemas constructivos y
tipologías edificatorias.
Si
el 22@ partía de una buena idea inicial, en el que aunar empresas punta de BCN
y del mundo junto a zonas residencial y acabó quedándose en ni una cosa ni en
otra. San Chinarro que empezó como una propuesta arriesgada ha terminado como
lo que es. Un barrio olvidado de la periferia al norte de Madrid. Donde la
promoción privada a especulado hasta llenar casi toda la zona con sus setitas
rojas de obra de fábrica tan repetidas por todo el territorio español, dejando en
casi anecdótico los pocos edificios promovidos públicamente y que de verdad han
apostado por investigar y promover los nuevos usos de materiales constructivos.
En
este sentido Blanca Lleó en colaboración con MVRDV se llevan el premio.
Sobretodo la primera. MVRDV proyecto el edificio edificio Mirador, con una
fachada con GRC de distintas tonalidad. Pero no puso demasiada atención en la
evacuación de sólidos en la parte central superior de su edificio mirador. Que
urbanística mira demasiado hacia sí mismo, y se olvida un poco del entorno. Por
otra parte, a pocos metros tenemos el edificio de celosía que B. Lleó y MVRDV
hicieron juntos. Que lo que más destaca es la brillante y el reflejo del
acabado de hormigón que consiguieron fruto de utilizar encofrado de aluminio.
Existen
otros edificios de interés constructivo, arquitectónico y urbanístico (como el
edificio de viviendas de Brugos y Garridos o las viviendas sociales de Ramón
Andrade), os animo a investigar un poco a vosotros por vuestra cuenta!