La colina
Santa Catarina, situada al este de Rouen, que domina 150 metros de
altura, ofrece una vista panorámica sobre los dos lados del río
Sena que cruza la ciudad.
Este
lugar ha inspirado a muchos pintores y escritores como Claude Monet y
Guy de Maupassant. Este ultimo, un escritor, que describió en su
libro Bel Ami (1885), el contraste entre las torres, los campanarios
y la flecha de la Catedral de la orilla derecha y las chimeneas
expulsando su humo negro en la orilla izquierda del Sena.
Visión
general de Rouen, Claude Monet, impresionismo, 1892
Hemos
encontrado en este lugar los vestigios de la época galo-romana, pero
es a partir de la Edad Media, que la colina entró en la historia.
Originalmente, fue un lugar de instalación religiosa con por
ejemplo, la abadía de Santa Catarina. A continuación, se convirtió
en un apuesta militar: durante los siglos XIV y XV, poseer la colina
significaba controlar toda la ciudad entera. Después de un asedio
final memorable con Enrique IV, la abadía y de la colina fueron
desasistir. La colina se convirtió en una zona agrícola que fue
abandonado en la segunda mitad del siglo XX.
En
oposición con el Montjuic en Barcelona, este espacio aún no está
muy integrado a la ciudad, y se queda sólo como un espacio de
baladas, a pesar de los 525 escalones a subir antes de poder
disfrutar de la vista panorámica de la ciudad. Hace parte del
municipio de Bonsecours, cerca de Rouen. Este territorio se encuentra
de las orillas del Sena hasta la plancha, lo que no le da coherencia
topografía. Se deduce que la ordenación de los barrios es difícil
a organizar.
Así como
el Montjuic, existe en la colina Santa Catarina, un cementerio
particularmente monumental, que es también un centro de interés. Su
situación particularmente escarpada, ofrece un panorama magnífico a
todas sus tumbas, cuyas algunas son muy antiguas.
Se debe
esperar hasta la mitad del siglo XX, para que la acción de diversas
asociaciones como la Panorama o Asociación Santa Catarina, así que
la ciudad de Rouen, trae un renovado interés al sitio.
A pesar
de varios proyectos, todos un poco locos (una gran estatua de Juana
de Arco que dominara la ciudad, un restaurante panorámico
giratorio), ninguno ha visto la luz hoy.