Palermo es una ciudad
italiana, capital de Sicilia, uno de los principales centros urbanos
de Italia del sur. Se situa en el golfo del mar Tirreno, en la
llanura de la Conca d'Oro, rodeado por montañas habitadas desde
época prehistórica. Su posición estratégica, en el centro del
Mediterráneo, ha representado , en el curso de la historia, motivo
de conquista y ha producido todo el património artístico y
arquitectónico que hace de ella una de las ciudades más
fascinadoras de Italia.
Los límites naturales de
la ciudad son el mar Tirreno al este, que define su carácter
portuario, monte Pellegrino al norte, la Conca d'Oro al oeste y la
valle del Oreto al sur que define una línea de demarcación entre
periferia y centro de la ciudad. La hidrografía del sitio ha
determinado la formación del primero asentamiento habitado entre los
rios Kemonia y Papireto, hoy en día canalizados y el río Oreto que
todavía corre por las calles de la ciudad.
La estratificación
socio-cultural es resultado de la larga historia que la ciudad tiene
y que empieza con la dominación fenicia
(siglo VIII a.C.) con el primer nombre (Zyz-flor) y la primera
estructura urbana, caracterizada por el eje del Càssaro, hoy corso
Vittorio Emanuele, carretera en dirección noreste- suroeste que unía
la Necrópolis al puerto.
Más
tarde pasó a los cartagineses y se convirtió pronto en la ciudad
más importante del "triangulo fenicio". Los griegos le
dieron el nombre de "Panormos" (puerto fluvial) pero no
lograron nunca conquistarla.
Bajo los romanos (desde el 254 a.C.)
"Panormus", dividida simétricamente por el decumanus
Càssaro, ha seguido siendo importante centro estratégico del
Mediterráneo hasta la invasión de los vándalos que la devastaron
hasta el 535 d.C. La dominación bizantina duró por 3 siglos.
Durante el dominio àrabe (desde el 831) la ciudad continuó
creciendo más allá de los ríos con los barrios Albergheria y
Schiavoni, y con la ciudad fortificada, Kalsa, sede del emirato.
Mientras, los Normandos (siglo XI-XII), crearon puntos focales
urbanos como la catedral y el palacio real, convertidos o
fortificados de
preexistencias árabes.
Los siguentes doscientos años se caracterizaron por la dominación
de Suabia, (con Federigo II período de máximo esplendor), Anjou y
Aragonésa, de este período es el barrio de la Conceria, que se suma
los distritos históricos, y el consiguiente establecimiento de la
Plaza Marina.
En
1415, Palermo se volvió dominio del reino de España; desde el punto
urbanistico la ciudad cambió su imagen a través de la creación de
un nuevo camino perpendicular al eje del Cassaro, Via Maqueda. Este
cruz de calles, marcado por la plaza central octogonal de “Quattro
canti", definió la división de Palermo en cuatro barrios
Kalsa, Albergheria, Seralcadio, La loggia.
En
el siglo XVIII, con los Savoya y luego el imperio de los Hasburgo,
Palermo siguió expandiéndose más allá de la muralla , con la
proliferación de casas señoriles y asentamientos más importantes,
como el pueblo marinero de Santa Lucía.
Desde
el final del siglo XVIII hasta la unificación de Italia, Sicilia
estará en manos del reino Borbónico. Estos últimos siglos se
caracterizan por una moderna planificación urbana; la “adición
Regalmigi” de hecho, hace una extensión de la Via Maqueda, crea
un otro eje paralelo al Cassaro, Via Mariano Stabile,y forma los
"Quatro canti di campagna". Unas décadas más tarde se
elaborará una nueva prórroga de la Via Maqueda, Via della Libertà,
que marcará la expansión de la dirección final de la ciudad hacia
el norte.
Después
de la unificación de Italia (1861) se elabora un "Plan de
Rehabilitación" (Plan de Giarrusso) para resolver los problemas
de saneamiento que afectan Palermo como todas las ciudades europeas
del siglo XIX. Se propone la creación de un nuevo eje paralelo a via
Maqueda, Via Roma, para destripar el tejido histórico y para
conectar se también la ciudad hacia el sur por la Estación
Central. Estos son los años del Art Nouveau y de la Escuela Basile
que enriquecen la ciudad de un importante patrimonio artistico.
Las
intervenciones urbanísticas y arquitectónicas del siglo XX
,excluido el caso del distrito Matteotti en edad fascista, reflejan
una degeneración de las zonas urbanas de Palermo.
Después
de la Segunda Guerra Mundial, la especulación sobre la construccion
llevó, en toda la Italia, como en Palermo a la la proliferación
irracional del hormigón, una arquitectura de vivienda de bajo nivel
acompañada de un absoluto desinterés por los espacios públicos.
Además se produció el abandono de la vieja ciudad, dejada en
total estado de descomposición.
Recientemente,
con el Plan Ejecutivo para el centro histórico de la
Cervellati-Benevolo (1992) se ha intentado un cambio de tendencia,
aunque la urbanización siga de manera selvaja y opurtunista.