diumenge, 24 de febrer del 2013

Palermo


Palermo es una ciudad italiana, capital de Sicilia, uno de los principales centros urbanos de Italia del sur. Se situa en el golfo del mar Tirreno, en la llanura de la Conca d'Oro, rodeado por montañas habitadas desde época prehistórica. Su posición estratégica, en el centro del Mediterráneo, ha representado , en el curso de la historia, motivo de conquista y ha producido todo el património artístico y arquitectónico que hace de ella una de las ciudades más fascinadoras de Italia.
Los límites naturales de la ciudad son el mar Tirreno al este, que define su carácter portuario, monte Pellegrino al norte, la Conca d'Oro al oeste y la valle del Oreto al sur que define una línea de demarcación entre periferia y centro de la ciudad. La hidrografía del sitio ha determinado la formación del primero asentamiento habitado entre los rios Kemonia y Papireto, hoy en día canalizados y el río Oreto que todavía corre por las calles de la ciudad.
La estratificación socio-cultural es resultado de la larga historia que la ciudad tiene y que empieza con la dominación fenicia (siglo VIII a.C.) con el primer nombre (Zyz-flor) y la primera estructura urbana, caracterizada por el eje del Càssaro, hoy corso Vittorio Emanuele, carretera en dirección noreste- suroeste que unía la Necrópolis al puerto.
Más tarde pasó a los cartagineses y se convirtió pronto en la ciudad más importante del "triangulo fenicio". Los griegos le dieron el nombre de "Panormos" (puerto fluvial) pero no lograron nunca conquistarla.
Bajo los romanos (desde el 254 a.C.) "Panormus", dividida simétricamente por el decumanus Càssaro, ha seguido siendo importante centro estratégico del Mediterráneo hasta la invasión de los vándalos que la devastaron hasta el 535 d.C. La dominación bizantina duró por 3 siglos. Durante el dominio àrabe (desde el 831) la ciudad continuó creciendo más allá de los ríos con los barrios Albergheria y Schiavoni, y con la ciudad fortificada, Kalsa, sede del emirato. Mientras, los Normandos (siglo XI-XII), crearon puntos focales urbanos como la catedral y el palacio real, convertidos o fortificados de preexistencias árabes. Los siguentes doscientos años se caracterizaron por la dominación de Suabia, (con Federigo II período de máximo esplendor), Anjou y Aragonésa, de este período es el barrio de la Conceria, que se suma los distritos históricos, y el consiguiente establecimiento de la Plaza Marina.
En 1415, Palermo se volvió dominio del reino de España; desde el punto urbanistico la ciudad cambió su imagen a través de la creación de un nuevo camino perpendicular al eje del Cassaro, Via Maqueda. Este cruz de calles, marcado por la plaza central octogonal de “Quattro canti", definió la división de Palermo en cuatro barrios Kalsa, Albergheria, Seralcadio, La loggia.
En el siglo XVIII, con los Savoya y luego el imperio de los Hasburgo, Palermo siguió expandiéndose más allá de la muralla , con la proliferación de casas señoriles y asentamientos más importantes, como el pueblo marinero de Santa Lucía.
Desde el final del siglo XVIII hasta la unificación de Italia, Sicilia estará en manos del reino Borbónico. Estos últimos siglos se caracterizan por una moderna planificación urbana; la “adición Regalmigi” de hecho, hace una extensión de la Via Maqueda, crea un otro eje paralelo al Cassaro, Via Mariano Stabile,y forma los "Quatro canti di campagna". Unas décadas más tarde se elaborará una nueva prórroga de la Via Maqueda, Via della Libertà, que marcará la expansión de la dirección final de la ciudad hacia el norte.
Después de la unificación de Italia (1861) se elabora un "Plan de Rehabilitación" (Plan de Giarrusso) para resolver los problemas de saneamiento que afectan Palermo como todas las ciudades europeas del siglo XIX. Se propone la creación de un nuevo eje paralelo a via Maqueda, Via Roma, para destripar el tejido histórico y para conectar se también la ciudad hacia el sur por la Estación Central. Estos son los años del Art Nouveau y de la Escuela Basile que enriquecen la ciudad de un importante patrimonio artistico.
Las intervenciones urbanísticas y arquitectónicas del siglo XX ,excluido el caso del distrito Matteotti en edad fascista, reflejan una degeneración de las zonas urbanas de Palermo.
Después de la Segunda Guerra Mundial, la especulación sobre la construccion llevó, en toda la Italia, como en Palermo a la la proliferación irracional del hormigón, una arquitectura de vivienda de bajo nivel acompañada de un absoluto desinterés por los espacios públicos. Además se produció el abandono de la vieja ciudad, dejada en total estado de descomposición.

Recientemente, con el Plan Ejecutivo para el centro histórico de la Cervellati-Benevolo (1992) se ha intentado un cambio de tendencia, aunque la urbanización siga de manera selvaja y opurtunista.