dijous, 21 de febrer del 2013

Los origenes de Sant Cugat del Vallès



En tiempos de los romanos la colonia Barcino se erigió en el plano de Barcelona  estructurada a partir de dos ejes que se cruzan en el foro: centro administrativo, religioso y político de la ciudad, y siglos después Sant Cugat del Vallès también se articulará también en torno a un centro de poder y cultura.

Existen referencias del siglo IV de una fortaleza romana en tierras santcugatencas, una posición estratégica respecto a las vías de comunicación entre Egara/Terrassa y Barcino/Barcelona. Pero los orígenes de este poblado distan del siglo IX con la construcción del monasterio; la ciudad se edificará en torno al camino hacia el monasterio.

El monasterio se anexionó a una iglesia construida  en el siglo V que rendía culto al mártir San Cucuphas: un africano que vino a Barcino a predicar la fe cristiana y según la tradición muere en la fortaleza romana de estas tierras. 

Finalmente en el siglo XII  Sant Cugat obtiene la concesión real de poder celebrar feria y un mercado semanal. Por lo que la villa se asienta. 


El monasterio vivió épocas de apogeo en el siglo X ampliando sus dominios y zonas de influencia. El bajo Medievo significo la decadencia socioeconómica y en el siglo XIII el progreso de la agricultura y la incipiente revolución industrial le devuelve algo de esa prosperidad a la ciudad. Iniciará el siglo XVIII con 400 habitantes y lo acabará con 1000.

El monasterio quedará abandonado fruto de las leyes de desamortización del siglo XIX hasta 1851 cuando comienza su restauración.