Soy de las afueras de la pequeña ciudad de Durham. En comparación con Barcelona, mi ciudad natal es una finca tranquila. Sin embargo, todavía me siento a menudo la necesidad de encontrar un santuario. Por suerte, mi casa está justo al lado de una gran zona salvaje del nombre del río que rodea: Eno. Cuando necesito un descanso del trabajo o de la vida, voy a correr a lo largo de las vacaciones del río. A veces en el verano mis amigos y yo ir a nadar o tomar nuestros pies en el agua corriente.
Es difícil poner un gran parque en el centro de una ciudad. Pero la gente todavía necesitan descansos, y un lugar para calmar a sus mentes. Felicito a Ricardo Bofill y su equipo para intentar construir un santuario en su edificio de apartamentos.
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