Hace casi cien años que Barcelona cuenta con su propia silueta conocida, la de la Sagrada Familia, que todavía no es completada. Ahora, la Torre Agbar con su forma única y colores intensos se está transformando en otro monumento arquitectural de la ciudad. Solo le hace falta una leyenda controversial.
dimarts, 4 de juny del 2013
Dos torres y una calabaza
El
rasgo más prominente de Cornell cuando visto de lejos es la torre de John
McGraw. Casi no hay ningún postal de la universidad en que no se destaque su
perfil ni sitio en el campus donde no se vea. En los años recientes ha ganado
fama por una historia increíble de una calabaza que inexplicablemente apareció
en su punto un día en octubre de 1998. Hasta hoy en día, nadie sabe cómo ni quién
lo hizo.
Hace casi cien años que Barcelona cuenta con su propia silueta conocida, la de la Sagrada Familia, que todavía no es completada. Ahora, la Torre Agbar con su forma única y colores intensos se está transformando en otro monumento arquitectural de la ciudad. Solo le hace falta una leyenda controversial.
Hace casi cien años que Barcelona cuenta con su propia silueta conocida, la de la Sagrada Familia, que todavía no es completada. Ahora, la Torre Agbar con su forma única y colores intensos se está transformando en otro monumento arquitectural de la ciudad. Solo le hace falta una leyenda controversial.