CIUTAT VELLA
Girona y Barcelona son ciudades donde
los primeros asentamientos se construyeron en las partes más altas de su
geografía, principalmente para garantizar la defensa de la ciudad contra tropas
enemigas. Las primeras murallas en ambos casos son de época romana: la de
Girona (antigua Gerunda) en el s. I a.C. y en Barcelona (antigua Barcino) en el
s. IV a.C. El auge económico y el movimiento demográfico a las ciudades
condujeron a una ampliación poblacional extramuros, lo que obligó a su vez a
ampliar las murallas antiguas. En Girona se produjeron varias ampliaciones: primeramente
hacia norte y seguidamente hacia al sur, ambas en el s. XIV; una tercera ampliación
en el s. XV hacia el oeste, hacia
el otro lado del río. En Barcelona, sin embargo, se construirá en el s. XIII
una nueva muralla de estilo gótico, distanciada de la muralla romana; después
una nueva ampliación recogería el actual Raval. Cabe resaltar, además, que en
ambas ciudades la destrucción de una parte del trazado de sus murallas
derivaron en calles importantes y céntricas: en Girona se convirtió en la
actual Gran Vía de Jaume I y, en Barcelona, La Rambla.