La ciudad de Barcelona ha alcanzado el
límite físico de lo que puede crecer. Zaragoza no lo ha hecho,
podría extenderse decenas de kilómetros. De modo que cuando en
Zaragoza se proponen impulsar una actividad industrial concreta lo
hacen en el extrarradio (porque hay), y esto incluye los centros
comerciales. Las torres de oficinas que hay en la ciudad no se
concentran en ningún punto concreto. Lo cierto es que situada entre
Barcelona y Madrid, a la ciudad le cuesta competir en ciertos ámbitos
empresariales e industriales, mientras que en otros su localización
en el mapa la hacen ideal. Las industrias limpias no se han
establecido aún en Zaragoza con fuerza.
Con la burbuja inmobiliaria los
polígonos industriales crecían como setas en torno a la ciudad, y
muchos de ellos están hoy en estado de semi-abandono. Dentro de todo
esto es interesante la propuesta del polígono industrial Plaza,
cerca de la ciudad, conectado con dos autovías, con parada de tren y
junto al aeropuerto, pero insisto en que no se puede decir que esto
sea industria limpia basada en el uso de la informática y las
telecomunicaciones.
Cuando un área dedicada a la industria
se ha querido reconvertir en uso urbano, se ha dejado limpio el
terreno y se han construido viviendas, parques y equipamientos.
Algunas chimeneas altas de ladrillo apenas logran recordar el pasado
reciente del lugar, y prácticamente nunca aparecen usos mixtos en un
barrio (mucho menos en un edificio). La memoria histórica es mínima en lo que se refiere al uso industrial, y como digo la aparición de
oficinas es algo casual en la ciudad, además hay pocas grandes empresas que prefieran instalarse en Zaragoza antes que en otra ciudad.
El verdadero intento de Zaragoza por
generar un entorno atrayente de industria limpia, cerca del AVE, con palacio de
congresos, hoteles, y muchos metros de oficinas en un entorno urbano
y ajardinado es la Expo del agua de 2008. Hay que estar atentos a la
fecha, porque en 2008 empezó la crisis mundial, tachar de fracaso la
actuación porque no vendieron las oficinas es oportunista,
teniendo en cuenta que la tendencia económica de este país va de mal en peor. Lo cierto es que solo han pasado 5 años y ya se ha
vendido el 80%, también es cierto que el Gobierno de Aragón acabo comprando el primer 40% para centralizar las funciones
públicas (tales como hacienda, sanidad, etc...) y ahora trata de vender los muchos edificios (anticuados en
comparación) que tenía repartidos por el centro la ciudad.
(Maqueta de la Expo 2008, todos estos edificios se tenían que reconvertir en un uso de oficinas)
Ciertamente los de Zaragoza no son
edificios en altura, pero por el volumen de la operaciones y lo que
podrían llegar a significar para las ciudades, creo que 22@
se acabará adaptando a Barcelona, que plaza Europa funcionará para Hospitalet y
que los edificios de la Expo harán su papel en Zaragoza.
(Este es uno de los edificios principales reconvertido. Aunque en la foto no lo parece, tiene 4 alturas)