Sarrià fue el último barrio que se anexionó a BCN en 1924, y hasta hoy en día no ha perdido aún su carácter cercano y familiar.
A pesar de que no vivo en la zona, me considero de la zona y a menudo paseo por su tronco central que sería la Calle Major, el antiguo Cardus Romano, del que vertebran todas sus ramas de las que destacan dos transversales. La ahora avenida Bonanova, antiguo Decamanus, donde se concentra el mercado y la iglesia y la calle Iborra, que va a parar a la estación de los ferrocarriles, a diferencia de la otra, en esta el flujo principal y casi único es el de peatones.
En la base del tronco, topa con un muro que es donde hace que Sarria asienta bien sus raíces Esta es la plaza Artos, que en los bajos de los edificios aglutina varios bares que dan vida a la plaza.
Y es que las plazas son los frutos de este árbol de Sarría, que de la misma manera que otros barrios de BCN, se dispersan por toda su trama esponjando su densa edificación. A veces colmatados con un equipamiento como el casal Orlandai a la salida de los ferrocarriles, el antiguo Ayuntamiento o la plaza de la Iglesia.
Todo esto sucede entre dos muros que flanquean el barrio y que lo "protege" de sus vecinos Sant Gervasi-Pedralbes