En la sierra de la Torregassa se sitúa el castillo, unos 130m por encima de la ciudad, a la cota 830m.
Se construyó una pequeña fortificación encima de la colina, subiendo las piedras una a una hasta lo alto. Es de piedra calcaria, la más abundante en la comarca del Solsonès.
El castillo fue uno de los límites de la invasión Árabe
del 720, manteniendo el territorio a salvo.
Posteriormente el castillo fue reforzado por el Comte Sunyer d'Urgell y Comte Borrell II de Barcelona, también pasaron por él los señores de Tarroja y de Cardona.
Tubo un papel muy importante durante las tres guerras Carlinas.
Su situación alcanza unas grandes vistas, desde Montserrat hasta el Cadí y del Montseny hasta la Torregassa.
Actualmente el castillo está habitado y se encuentra en buen estado de conservación.