Saliendo por la Porta Faxeira , una de las antiguas puertas de la desaparecida muralla, se llega a la Alameda. Este parque situado en el centro de la ciudad, a medio camino entre el
campus universitario y el casco antiguo, es uno de los más importantes de
Santiago de Compostela.
Históricamente, el parque de la Alameda formaba parte de un terreno extramuros repleto de robles que llegaba hasta el Monasterio
de San Lorenzo, propiedad de los Condes de Altamira; hasta que en el año 1546
fue donado a los ciudadanos de Santiago. Fue en el año 1835 cuando la
"carballeira" comenzó a convertirse en parque con la construcción de
los primeros paseos.
Aunque el parque recibe el nombre genérico de
Alameda, está compuesto por tres zonas: el paseo de la Alameda, la carballeira
de Santa Susana (con la capilla de la copatrona de la ciudad) y el paseo de la
Herradura.
Una de las entradas del parque con la estatua de las Marías
Paseo de la Herradura
Capilla de Santa Susana
La unidad así formada es, desde el siglo XIX, uno de los paseos predilectos de los santiagueses, aunque no mucho tiempo atrás el espacio acogía cada jueves el mercado de ganado más típico de Galicia. Esta tradición festiva se sigue viendo en la noria y los tenderetes que se sitúan en los caminos durante las fiestas de la Ascensión (el sexto jueves tras Pascua de Resurrección) o el día de Santiago Apóstol, el 25 de julio.
Su ubicación
privilegiada lo convirtió en el jardín urbano de la ciudad, con una gran
variedad de especies arbóreas.
Salvando las distancias con Montjuic en cuanto a superficie, en el
Parque de la Alameda (80.000m2) tienen lugar importantes actividades de ocio
para la ciudad y desde algunos puntos del parque se disfruta de unas
maravillosas vistas al casco histórico.