dilluns, 4 de març del 2013

Casco antiguo Santiago de Compostela


En diversas excavaciones realizadas en el subsuelo de la catedral de Santiago de Compostela aparecieron restos del siglo I, lo que indica que estas tierras estuvieron habitadas por lo menos desde la edad romana. Y es que el origen de la ciudad, como Barcelona, se remonta a la prehistoria.
La historia de Santiago esta ligada al descubrimiento del sepulcro del Apostol Santiago El Mayor a principios del siglo. Este hecho convirtió a Santiago en un lugar aglutinador del cristianismo.

Dado el auge que estaba cobrando, la ciudad fue destruida en una incursión árabe por Almanzor en el año 997, el cual sólo respetó el sepulcro del apóstol. Al volver los habitantes comenzó la reconstrucción y, a mediados del siglo XI, el obispo Cresconio dotó a la ciudad de un recinto de fosos y una nueva muralla, sobre el antiguo anillo de empalizadas para proteger los nuevos barrios que habían surgido alrededor del Locus. Además, reivindicó para ella la condición de Sede Apostólica.
Ciudad amurallada, como Barcelona

Las peregrinaciones continúan en expansión y, en 1075, se inicia la construcción de la actual catedral de estilo románico que termina en 1211.
A su alrededor se comienza a estructurar la ciudad. La nobleza y las principales órdenes eclesiásticas se asientan y, junto con Roma y Jerusalén, Santiago se convierte en uno de los centros de peregrinación más importantes de Occidente.
Vista actual de la catedral

En la Edad Media, las diversas autoridades tenían control sobre la mayor parte de las tierras del litoral, sucediéndose las diversas luchas entre la nobleza, clero y reino. A principios del XVI, se crea la Universidad por el Arzobispo Fonseca, impulsando definitivamente la cultura de la ciudad. En siglos posteriores, la reforma protestante y las diversas guerras y pestes provocan un descenso en las peregrinaciones.

El sepulcro fue escondido hasta que se descubrió a finales del del XIX, produciéndose desde entonces un aumento contínuo de peregrinos que llega hasta nuestros días.

Al igual que en Barcelona, actualmente en el casco histórico es donde se concentra la actividad turística y nocturna; y es donde coinciden santiagueses, estudiantes y turistas.